viernes, 19 de noviembre de 2010

ONU

Pretende crear conciencia y promover la atención y acción política, en cada uno de los países. El lema de este Día Mundial del Medio Ambiente es “¡Deje el hábito! Hacia una economía baja en carbono”

En estos días celebramos el Día Mundial del Medio Ambiente, el cual este año tiene el lema: Hacia una economía baja en carbono”. De esta manera, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) pretende crear conciencia y promover la atención y acción política, en cada uno de los países.

Como tapatíos somos testigos del cambio climático y en nosotros está dar ese cambio hacia un estilo de vida diferente, en el que las emisiones de carbono se reduzcan de forma considerable.

El medio ambiente es de todos y es responsabilidad de cada uno de nosotros cuidarlo, mantenerlo y mejorar la calidad del mismo, a través de las diferentes alternativas que se proponen.

Cada ciudadano puede hacer mucho desde su casa, en su oficina, desde dejar de imprimir hojas, que irán directamente a la basura, cambiar el uso de focos normales por los ahorradores, usar menos el automóvil; en fin, las alternativas que están al alcance son muchas, simplemente hay que ponerle acción a las ideas.
Si bien los encargados de recoger la basura no atienden correctamente la separación de basura y acaban por revolverla, una iniciativa contra esta situación es realizar una composta con los desechos orgánicos de la casa.
El cambio de actitud hacia el medio ambiente es indispensable para lograr el éxito en el desarrollo de los temas y políticas ambientales.

El Día Mundial del Medio Ambiente debería celebrarse todos los días, utilizando quizás desfiles de personas en bicicletas, competencias de reciclaje, un día excelente para plantar árboles. Si los ciudadanos comienzan este movimiento, generarán acciones políticas a favor de todos, pero principalmente del ambiente.

La cultura por preservar y cuidar el medio ambiente que nos rodea es un compromiso que se ha ido extendido de forma positiva, aunque aún existen las personas que simplemente lo ignoran y es a ellos a quienes debemos informar acerca de la situación. Dar alternativas sobre el cuidado del ambiente es responsabilidad de todos.

Las interrogantes comienzan: ¿Qué tanto hacen los tapatíos para cuidar el ambiente?, ¿están conscientes de los cambios que hay que realizar en sus actividades diarias para mejorar?, ¿tienen información real acerca de la importancia del tema?

Las respuestas que encontramos son claras y precisas. La gran mayoría de los que respondieron el Top Ten de la semana tiene una idea muy clara de las acciones a realizarse para generar este cambio, ahora hay que contagiar a todas las personas con este ímpetu para mantener la vida del planeta Tierra.

jueves, 18 de noviembre de 2010

EROSIÒN

Los agentes son más eficaces en función dependiendo de qué tipo de tierra sea, la capa que la protege (hierbas, árboles, rocas, etc.), la cantidad de agua existente, el viento y su uso. Uno de los principales factores es el agua.
Uno de los tres primeros factores puede permanecer constante. En general depende de que tan resistente sea la tapa vegetal, en las áreas de precipitación intensa, la arena se corre por las cuestas y se va por las corrientes del agua. En las zonas donde se encuentre más arcilla la erosión será de menor intensidad. Como la capa protectora de vegetación protege a la tierra de la erosión, cuando esta se retira (ya sea por desastre natural o la construcción de cultivos, carreteras, etc.) el riesgo de erosión se hace grande, pues hay un riesgo de que, sin su capa protectora, la tierra se corra por las pendientes y las corrientes de agua. Los caminos son los principales aumentos de riesgo en la erosión, la capa protectora de vegetación ha sido retirada y un camino sin drenaje a los lados produce que la capa de asfalto se levante poco a poco produciendo problemas al conducir, y por supuesto, problemas de erosión, en los caminos que se encuentran al lado de una pendiente sufren más riesgo de ser erosionados y producir los molestos hoyos llamados baches.
Muchas actividades humanas retiran la capa protectora de vegetación, produciendo una erosión más acelerada. En los cambios de vegetación (como el paso de vegetación nativa a los cultivos) producen un aumento de la erosión produciendo que el suelo pierda sus nutrimentos y sea infértil e inservible. También depende el tipo de vegetación que se encuentre en el lugar, por ejemplo, una zona sin árboles sufre mucho, debido a que el árbol absorbe el agua y en su ausencia el agua se va sin ser absorbida en su mayor parte y llevándose con sigo la arena de la tierra. Además las hojas juegan un papel importante en la erosión, por ejemplo, un arbusto grande con hojas abundantes protege más el suelo de la caída de las gotas. Las gotas al caer sobre una hoja se desbaratan y se dispersan en forma de gotas más pequeñas, por el contrario, al caer al suelo las gotas desbaratan el suelo por su efecto corrosivo (una de las propiedades más interesantes del agua). La vegetación controla también la velocidad de la corriente de agua, entre más juntos estén los tallos de las plantas la velocidad de la corriente del agua será menor.

Impacto Ambiental

La inquietud central respecto a un impacto ambiental es establecer el tipo de alteraciones que
son molestas: ¿el ruido y los humos en el ámbito urbano?, ¿los problemas sanitarios?, ¿el
efecto invernadero o el deterioro de la capa de ozono? Las respuestas a estas preguntas constituyen
los niveles de alteración ambiental cuyo significado e importancia preocupan a la humanidad
en general y a los países y grupos humanos en particular (ver Figura 1-3). La dimensión ambiental
debe analizarse, en un sentido amplio, tanto en sus aspectos naturales (como el suelo, la flora,
la fauna) como de contaminación (aire, agua, suelo, residuos), de valor paisajístico, de alteración
de costumbres humanas y de impactos sobre la salud de las personas. En definitiva, la preocupación surge con todas las características del entorno donde vive el ser humano cuya
afectación pueda alterar su calidad de vida.

LA SALUD AMBIENTAL

Todos creemos saber qué es la salud y tenemos la noción que es algo que se pierde cuando estamos enfermos (por lo común en la parte física) y que se recupera acudiendo al médico. Sin embargo, desde mediados del siglo pasado se ha tratado de ampliar esta idea. La Organización Mundial de la Salud (OMS) planteó una definición muy conocida que señala: “…la salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades” (1). Esta definición ha sido tildada de utópica e irreal, casi un nirvana, pues en cierta manera nunca se puede alcanzar un total estado de bienestar, ni siquiera por los místicos y no es fácilmente identificada ni aun por los profesionales de la salud; sin embargo, recogió el sentir de muchos para tratar de romper el estrecho vínculo saludenfermedad que predominaba y predomina aún en muchos círculos y hasta en el sentir popular.

Los servicios ambientales de los bosques

La relación social con el bosque y los servicios que éste ofrece han experimentado
modificaciones a lo largo de la historia. La incorporación de los nuevos conceptos de valor total a los bosques y la ampliación de su marco de interés desde las ciencias forestales hacia otros agentes sociales y otras disciplinas del conocimiento han abierto la puerta a una apreciación renovada de los servicios ofrecidos por los ecosistemas forestales. En la actualidad se intentan desarrollar mecanismos que permitan captar parte de este valor como estrategia para conservar y gestionar los bosques de un modo sostenible. En este artículo se revisan los sistemas de valoración de los servicios ambientales de los bosques y su comercialización, concluyendo con algunas
observaciones sobre las dificultades de su implementación práctica y el papel que puedan desempeñar en el futuro de los bosques.

La importancia de los problemas ambientales

La importancia de los elementos del ambiente en la evolución y sostenimiento de la vida en el planeta fue reconocida mucho tiempo antes de que se tomara plena conciencia de los posibles efectos negativos que su deterioro traería a la humanidad. Desde mediados del siglo XX el tema ambiental cobró dimensiones internacionales a partir del conocimiento y difusión de problemas asociados a la degradación del ambiente.
Existen muchos problemas ambientales que están enfermando a nuestro planeta. Estos a su vez guardan estrecha relación con otros problemas económicos y sociales. El ser humano se encuentra en constante interrelación con su entorno. Cuando éste le produce algún perjuicio es que se habla de problemas ambientales. Estos pueden provenir directamente de la naturaleza, cuando el hombre se instala en sitios cuyos procesos naturales lo perjudican; o bien tener su origen por causas humanas o antrópicas, es decir, que el hombre interviene en los ciclos naturales generando un daño que, finalmente, se vuelve contra él mismo.

GESTIÒN AMBIENTAL

La gestión ambiental es reorientada hacia la
protección ambiental, no más en un sistema
cerrado, el cual es sustituido por el modelo de
economía biofísica, una economía abierta,
termodinámicamente encajada dentro del
ecosistema, parte del flujo de recursos biofísicos
(energía, materiales y los ciclos de procesos
ecológicos) sale del ecosistema para la
economía, y la energía degradada (no utilizable)
y otros subproductos (contaminación) fluyen de
vuelta para el ecosistema.

EDUCACIÒN AMBIENTAL

Gran parte de los esfuerzos de Protege se han concentrado en una sola y gran tarea: hacer que la ciudadanía aprenda a relacionarse en forma armónica con la naturaleza que le rodea, para que sea ella la futura gestora de la protección de estas áreas naturales. Para lograr lo anterior, Protege ha utilizado la educación ambiental como herramienta clave.
Una estrategia de educación ambiental busca fomentar el desarrollo de una cultura de valoración y respeto de los ambientes naturales, e incentivar la participación activa de la ciudadanía en la gestión ambiental.
Avanzar hacia el desarrollo sustentable de los Andes de Santiago requiere profundas reformas políticas, sociales y económicas en las que deben participar importantes segmentos de la sociedad, ante lo cual Protege ha generado espacios para el debate y la participación pública. Pero sobre todo, se necesita un cambio cultural profundo, lo que implica inculcar valores que generen actitudes y hábitos sostenibles, que respeten el entorno y que permitan asegurar una alta calidad de vida para todos.